
Sí, ayer cuatro de nosotros fuimos al concierto de LCA.
Con una mezcla extraña de sentimientos acudimos al concierto, por en lado los maravillosos momentos que nos habían dado canciones como Cerca de Shibuya, Superguay, tang de naranja, y tantas otras, por otro lado ¿como sería un concierto de una one-man-band?
Bueno, pues fue genial, efervescente como dice uno de sus LP's, rápido, vibrante, con el público entregado desde la primera nota, y un Guille que conquistó a todos con su naturalidad y espontaneidad.
La puesta en escena fue excelente, claro es que al ser todo pregrabado, salvo la voz y algunas guitarras, el efecto tiene menos mérito, pero fue ciertamente muy espectacular, con las cinco pantallas y la descarga de imágenes y los efectos de sonido.

La música, pues la de siempre, techno-pop fresco, adolescente, que va desde los archies a los pet shop boys más blanditos, en fin alegre, dinámico y divertido. Su nuevo disco, toca decir que es más maduro, y tal, pero a mí la verdad, me suena como los anteriores, con lo bueno y lo menos bueno de estos,. Aunque no lo tengo muy oído, sí que las letras puede que tengan una temática menos adolescente, sin que eso lo convierta en Jose Luis Perales, obviamente.
Una gran noche de pop, vaya.