
Ufffffffffffffffffffffffff, es complicado ir a ver una película sobre la que has generado tantas expectativas, escribir sobre algo de lo que esperabas tanto, y al final, encontrar tanto desencanto.
Hablar de cine independiente siempre es difícil. En determinados círculos, decir independiente es suficiente para darle bula, y si ya es rollo social, hiperrealista lo llaman, el criticarlo te convierte en un "feixiste" peligroso, reaccionario, amigo de Bush, y cosas por el estilo...aunque lo cierto es que esas ínfulas intelectualoides a le Grenier se la suelen traer floja, básicamente porque a la mayoría, el tipo Ken Loach nos parece un petardo manipulador.
El interés del club en ver la película era mucho, y lo era por las esperanzas de ver un buen reflejo del movimiento skinhead de los años ochenta, pero nuestro gozo quedó en un pozo.

La historia es genérica, superficial y predecible. El desarrollo de los personajes es muy deficiente y cayendo en los estereotipos más manidos, el skin bueno (woody), el skin malo (combo) y el chico bueno y perdido (shaun) y los tres acaban como ya cualquiera de vosotros de puede imaginar. Es especialmente deficiente la última media hora, en la que el autor pierde toda originalidad, dejándose llevar por el tópico esperable y políticamente correcto (ay,ay)
Por otro lado, y en lo que a Le Grenier más le interesaba, la ambientación del movimiento skin es pobre y la parte musical sorprendentemente deficiente (y los Selecter? y laurel Aitken?) con una presencia del ska, del rocksteady y del regae muy, muy escasa. Ciertamente está muy lejos de la voluntad del director cualquier pretensión documental sobre el movimiento skinhead, su música y ambiente. Solo parte del vestuario refleja su realidad, y hay que reconocer que volver a ver harrigtons, Ben Shermans y Fred Perris resulta de lo más evocador.
En definitiva una pequeña decepción. Afortunadamente no es el típico panfletillo político maniqueo, cuyo visionado insulta porque toma a los demás por tontos, pero en el fondo la historia flojea, mostrándose endeble en su desarrollo.
Lo peor: promete mucho más de lo que da
Lo mejor: la recreación de los ochenta, y por supuesto la frase ¿quieres chuparme las tetas?
Lo patético: quién coño es el gordo de las gafas y la gorra???? por dios, que personaje...

2 comentarios:
En general estoy de acuerdo con la crítica. Aunque como yo no tenía expectativa alguna pues me decepcionó menos.
La recreación es buena, algunos personajes también, el chaval que hace de prota está bien pero la historia no me la creo y punto. En ningún momento te metes dentro del personaje.
Decir que esta peli es una peli social, pues no. En ningún momento se mete de lleno en la vida de los protagonistas acerca de que viven, sus problemas económicos, simplemente se enmarca en una zona aparentemente industrial de la Inglaterra del año 1982 (así parece cuando la chica de Woody va a la fábrica), pero apenas refleja los problemas sociales (no es que me queje de ello, solo lo digo). En definitiva el tema social no es masque el marco de la historia que se cuenta, pero no la historia en si misma.
Por otra parte, hay películas con fondo social que son muy buenas (incluso hay géneros como el hiperealismo italiano que es excelente) y otras que son un tostón.
Querido tirando piedras:
Creo que no has interpretado correctamente mis palabras.
Por cine social entiendo toda obra que tiene por objeto directo o indirecto reflejar la realidad de un determinado sector de la sociedad en un momento determinado, pudiendo ser o no cine de denuncia o protesta.
Esta película no es cine de denuncia, como podría serlo el de Ken Loach por poner un ejemplo, pero sí tiene una evidente voluntad de reflejar la realidad del momento en el que se circunscribe la historia. Eso para mí es cine social.
Por otro lado, el cine social puede ser tan bueno como cualquier otro, mis quejas son contra películas que pretenden manipular la realidad, tergiversando la historia, buscando una finalidad esencialmente política, crear estados de opinión. Lo que los comunistas llamaban agit-prop, y que tanto gusta Emilio Martínez-Lázaro por ejemplo
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